La autonomía en la educación infantil íntimamente ligada con la responsabilidad de realizar ciertas acciones, de cuidar objetos y de mantener una serie de hábitos. El niño/a parte de una situación inicial de total dependencia respeto al adulto; aun así, de manera progresiva ira adquiriendo autonomía en diferentes aspectos.
Este desarrollo hacia la autonomía y la individualización es un proceso que determina la maduración del niño durante su vida. Conseguir esta autonomía está relacionado con diferentes aspectos de su desarrollo:
– Conocer progresivamente los estados afectivos y expresar adecuadamente las emociones y los sentimientos.
– Una correcta adquisición de hábitos de salud, atención corporal, higiene y alimentación.
– El dominio progresivo del cuerpo y la movilidad de sus partes, lo que posibilita la relación con el entorno y que pueda jugar.
– Ser consciente de las propias limitaciones y posibilidades.
– Tener iniciativa y ponerlas en práctica para poder enfrontarse a problemas sencillos del día a día.
– Interaccionar con los iguales y reconocer la diversidad que existe entre sus compañeros.
Así pues, aquí os dejamos un pequeño relato de la evolución de los niños de 0 a 3 años de vida que os puede ayudar a conocer más la evolución de vuestros hijos e hijas.